Salvese Quien Pueda


Somos porque nos ven, somos porque nos escuchan. Entonces si somos porque nos ven, y somos porque nos escuchan...somos tantas cosas diferentes como las muchedumbres que integran esas multitudes, que nos ven y que nos oyen...

21 dic 2010

Décimo tercer planeta
Desde temprano, sin hora establecida comenzaba la caminata, lenta y apasionante caminata hacia ese otro planeta.
 Si bien no era difícil a la voluntad la odisea, el trayecto era algo rebuscado, pero llegaron hasta quienes no supieron llegar.
 La condición indispensable en este otro mundo intangible, es que exista la noche, y que todos necesiten oscuridad lunar, para así transmitirle calor a la bestia rock.
 Habiendo transitado un camino de memoria pero irrecordable, por medio de un rayo habían llegado hasta allí. Mientras los planetas giraban alrededor de los incontables inconcientes coherentes que formaban parte ya de esta mística y lunática buena aventura. Gritos desordenados perfilados a la par generaban la atmosfera  de ese nuevo planeta que se comenzaba a vivir.
 Mientras infinitos corazones comienzan a latir, TANQUE marca el pulso de la nueva vida momentánea, mientras que TETE asume el cargo de dinámica y le comienza a dar movimiento a este planeta. Pero como sin Dios la tierra no sería este supuesto mundo, sin CHIZO este astro no existiría; entonces sabiendo esto, él se convierte en el encanto, en el toque mágico de esto, que ya para esta altura comienza a ser indescriptible.
 Mientras el diablo le propone una vez más a la muerte bailar una balada para la supuesta última  reconciliación, este nuevo y dinámico mundo se vuelve rojo y luego de minutos (que parecieron días) las luces y los demás planetas comienzan a jugar en los cielos pasionales, las almas de los miles de habitantes  se sientan en la cabeza de su propio amo, y así intercambian ideas compuestas entre ellos hasta lograr provocar en cada individuo la pasión más pasional de todas las galaxias.
 Cuando la calma parecía que se camia la estrella recién nacida comienzan a detonarse sueños por cada uno de los rincones escondidos en el rincón de la soledad.
 Vida imperfecta que se vive por solo centenas de minutos  y que pareciera ser que son 40 rutas a pie,  dimensión paralela en la cual es necesario  morir un rato de la vida para librarnos del engranaje, libertad liberada, esperanza abrumadora, planeta chico pero mas real que cualquiera, el décimo tercer planeta.

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