Hipodromo, Rosario

                                            Quilmes ROCK Calmar

Pasadas las diez de la noche Andrés se hacia presente en el escenario, para unos pocos minutos después comenzar a instalar su marca y comenzar agitar la corriente del viento en complicidad con el publico rosarino al interpretar “El salmón”, continuo con auput imput para que aquellos mentirosos que habían concurrido hasta el hipódromo sigan diciendo la verdad cuando mienten…

Calamaro hizo un recorrido por los clásicos temas, los cuales viven en el inconciente colectivo de los argentinos, entre ellos mi enfermedad y  sin documento, pero no sin antes recordar con mucho cariño y espíritu rockero a Julián Infante, ex Rodríguez, fallecido el 4 de diciembre del año 2000.

También tuvieron lugar en la noche los temas de su último disco, on the rock, los cuales la gente coreo casi de la misma manera como coreo carnaval de Brasil y te quiero igual.

Ya en la mitad del recital, hizo hincapié en la cumbia tropical denominándola algo esencial y básico para los argentinos, seguido de esto el público canto en simultáneo y con mucho ímpetu tuyo siempre en versión cumbia.

Con ambiente a recital calamar, el público disfrutaba de la noche y las letras ambiguas de Andrés, las cuales no se cierran a una única interpretación y cada uno canta las estrofas a su manera y forma dándole el sentido que cree adecuado.

Pero no fueron las letras lo único ambiguo de la noche, si no que para acentuar su carrera contra la corriente, el músico jugo con el viejo y conocido tema del facito, fumando de espaldas al publico, rematando la confusa situación con me estas atrapando otra vez.

Acercándose al final Andrés toco un clásico de la lengua popular como lo es los chicos

Acompañado en la pantalla central por una sucesión de imágenes de  Luca Prodan, Piazolla, El Che, Miguel Abuelo, Gardel y Papo entre otros.

Para complementar el crimen perfecto que fue la noche del Quilmes rock 2010,  interpreto junto a Adrián Dárgelos de babasonicos nada mas ni nada menos que flaca.

Con un clásico como paloma,  quizás unos de mejores y mas populares éxitos, calamaro abría su final, el cual fue muy emotivo debido a la ovación de la gente para que al menos cante una mas…

Entonces, como es costumbre, Andrelo regreso al escenario por un tema mas, luego se quito los anteojos y alzando su guitarra elogio al público rosario que no quería dejar de aplaudir, como tampoco quería aceptar que había llegado el final. Así, la marea comenzó a calmar en el hipódromo a la espera de otro encuentro, de otro maremoto calamar para volver a nadar contra la corriente.