En el Hospital Italiano de Mendoza por un "shock séptico", a las 20:40 del 4 de enero de 2010. , con su sepsis generalizada en progreso fallecía físicamente a los 64 años Roberto Sánchez, más conocido como Sandro.
Al otro día, El 5 de enero, desde la mañana se formaron varias cuadras de personas que esperaban para darle el último adiós al popular cantante en el Salón de los Pasos Perdidos.
El público abarcó desde jóvenes hasta ancianos, le dieron el adiós desde las 13:00 hs. Sin embargo, la familia de Roberto decidió (tal vez respetando la intimidad que siempre mantuvo el artista) no permitir la entrada de la prensa al relevante salón, donde se encontraban los restos.
Hoy, a dos años de la partida del “Elvis Argentino”, éste sigue vivo en cada estrofa, en cada melodía, en las fotos, en esas tantas películas que supieron marcar a toda una generación; pero también en una forma de sentir…
Porque la obra del Gitano iba mas allá del amor que se puede sentir por quien nos acompaña en la vida, era trasmitir vida a pesar de cualquier calvario de la vida cotidiana, incluso en aquellas letras que mostraban un sufrir…
No solo tenía el don de hacerte sentir, si no que te convencía de que Paris podía arrodillarse ante ti, o que un amanecer cualquiera podía ser el acto más puro y mas sincero de amor…
Su vida como sus costumbres siempre fueron algo extrañas o reservadas, fue de alguna manera un ave de paso que fue de aquí para allá dejando un poquito de si en todos lados, sin embargo quienes veían en él algo mucho mas que un artista, encontraban respuestas a su sentir y a su vida en cada balada…
Quizás la palabra vida y balada no tengan el mismo peso, pero en la magia de Sandro esta regla no se respetaba, si no todo lo contrario, Roberto dejaba en cada copla un pedacito de su corazón, Roberto Sánchez creía firmemente en la mejora a través de una simple canción…
Dos años ya sin el Sandro de America, sin el muchacho de tigre que cuidaba a la capitana, de aquel que todos esperaban que se haga presente con Susana Gimenez en su programa para ver que tenia para decir y ver que resultaba de ese encuentro, dos años sin aquel muchacho que revoluciono en el escenario con sus movimientos, de aquel Hombre que lograba emocionar hasta al mas frívolo , de aquel que se cansó de pedir que lo recuerden como a la misma felicidad, ya dos años de aquel romántico que no supo ganarle a su propia soberbia, pero que sin embargo nos regalo vida hasta el último momento.
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