Por Exequiel Arrua
Vamos imaginando tiempo para
imaginar las cosas más insólitas, las ganas reprimidas y los castillos casi
imposibles de habitar. Vamos al norte y el destino casualmente se encuentra en
el sur.
Hay días en que pareciera que
conocemos a quien nunca vimos y no recordamos como se hace lo que hicimos hasta
ayer, entonces alguien (que podría ser yo) pregunta si el síntoma es parte de
un cambio o solo nos percatamos de la alineación por un rato.
Fabricamos lunáticas ideas de
cómo seria ese mundo ideal, y cuando logramos ver quiénes somos y que nos pasa
descubrimos que no existe mayor locura que la realidad; entonces si los reales y los cuerdos están locos, debo ser yo .
Peatonal Cordoba, Rosario |
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