Salvese Quien Pueda


Somos porque nos ven, somos porque nos escuchan. Entonces si somos porque nos ven, y somos porque nos escuchan...somos tantas cosas diferentes como las muchedumbres que integran esas multitudes, que nos ven y que nos oyen...

23 may 2013

La Ciudad del Ruido


Por Exequiel Arrua 
En una ciudad sin ubicación donde viven todos y nadie existe, algunos tipos cuentan historias sin un fin determinado.
Caminantes caminan las veredas del olvido, mientras que los olvidados alargan su vida intentando ser recordados.
El sol se asoma a eso de  las tres de la mañana, pero nadie se sorprende si la noche ausenta al sol por años, quizás sea porque no hay nadie…
El viento es humo, el mismo que empaña los ojos de quienes caminan, pero estos tienen mas de cinco sentidos, tal vez por eso siempre que pisaron  la huella fue portada de un libro.
Esta ciudad perdida es conocida como ”la ciudad del ruido”, se la llama así porque la esperanza de aquella comunidad  (desde los principios)  es que las interferencias entre la psiquis y el corazón dejen al menos unos segundos de hacer barullo.

Los animales hablan, las aves no vuelan y a las cinco de la tarde se acostumbra a tomar el te. Luego de la merienda glamorosa todos se van de viaje a los sueños, mas de uno nunca volvió. Quienes lo hicieron aseguran que allí cierta cosas son tangibles, como también suelen escucharse historias de enormes paredes con rostros tallados en los ladrillos.

Esta ciudad no habitada y tan llena de vida no dedujo aun cual es el camino a la muerte, quizás porque quienes no mueren en el desconcierto de la urbe misma lo hacen cuando pasean por los sueños.
Los quince de cada mes todos concurren por provisiones al mercado, el cual solo abre sus puertas ese día y por dos horas, teniendo a veces que cerrar antes por falta de mercadería. Lo extraño es que nadie compra los cuadernos de veinticuatro hojas por ser marca “sinceridad”.
En la plaza general Vioprinc todos los días tres jóvenes saltan la cuerda de manera obsesiva, casi al borde de la desesperación. No han dejado de saltar los tres al mismo tiempo por años, mientras uno descansa los otros dos saltan aun mas enfurecidos. Si bien se desconoce el motivo de tanta estupidez, algunos aseguran que los individuos no han dejado de saltar en años porque un brujo les prometió que si se esforzaban en saltar casi hasta morir alguien los llegaría a querer, y quizás así podrían habitar el mundo de las personas tangibles.
Las quejas son imposibles debido a que nadie puede hablar sin la orden del “yo”, lo extraño es que nadie lo conoce; y los comentarios mas comentados aseguran que este es el principio de toda adicción.
Nada más se sabe de esta ciudad (ubicada tan cerca que nadie la ve) porque quien intento contar algo más, solo se quedo contando el cuento.






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