Por Exequiel Arrua
Ya no creemos que creer será el
final de la mentira…
No caminamos tranquilo porque en
el disco rígido dice, calle: inseguridad que nunca terminara…
Escuchamos rock and roll y no es
necesario entenderlo, porque en muchos casos ya no es rock.
Dialogamos críticamente de Maximiliano,
de Fernando, de Stella y de cualquiera que pase por la avenida del “yo lo hago
bien”.
Jugamos a las escondidas con el
esfuerzo porque la vida es el juego, entonces si considero que me haces trampas
me voy del juego, pues evidentemente VOS no sabes jugar…
En estos días nos dicen que
tenemos que decir, pero quien te lo comunica lo hace para que digas lo mismo
que dice el.
Como no alcanzaba con la TV y su
eléctrica forma de proceder, hoy miramos lo que otros hicieron ayer con la intencionalidad
de que lo veamos creyendo que paso hoy. Y entonces nos conmovemos….
Somos ganadores de las
extraordinarias batallas, el detalle es que fueron hace mucho tiempo y luego
existieron otros enfrentamientos a los cuales no asistimos…
Ya no creemos en el verdadero
cambio y entonces nos quejamos. Mientras nos quejamos sutilmente nos vamos
acostumbrando a ser parte del mundo aparente.
Siguen existiendo aquellos que
creen en las posibles posibilidades de un mundo mejor.
Pero lo remoto, lo que casi no
se encuentra, eso que realmente es de verdad, pareciera que esta en abundancia
total. Pues quedan pocos que crean en la creencia de creer sin un interés
personal.
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