Por Exequiel Arrua
Predican el
predicado prejuzgando el sujeto, mientras se sujetan de la soga casi rota que
los sostiene. Son Whitney Houston con la coreo de Jackson y con la fama de un
mediático argento, y adoran los anhelos de terceros por esa falta de valor para
el ensayo y error de su propia empresa; esa vida empresarial o esa empresa que
casualmente es vida, donde todo se rige por el valor de cambio.
Son los que se
escapan de la periferia del sentir para sumergirse en la razón, en su razón,
esa misma que jamás los encuentra equivocados; pues solo los carenciados
tienden a equivocarse.
Están creando el
mercado negro del cielo argumentando que la dignidad es falsa y que los sueños
solo pertenecen a un sector determinado. A su vez el perfeccionismo egocéntrico
los convence día a día que solo ellos y
nadie más que ellos tienen el derecho de soñar, y sueñan…sueñan con que vos y
yo no existamos mas…sinembargo somos parte del negocio. El triste, lamentable, frío
y vacío negocio de vivir que ellos tienen…

No hay comentarios:
Publicar un comentario