por Oscar Ayala
Con
esta película Takeshi Miike impresionó y
sacudió el establishment de la cinematografía mundial con una obra
inclasificable. A pesar de que las distribuidoras quieran venderla como una
película de género, Takeshi Miike fue mucho más allá y la convirtió en una gran
referencia para films que se dieron luego a conocer. Para muchos “Audition” es la
mayor realización del director hasta el momento. El éxito comercial y la crítica
en general dieron muestra de eso.
“Audition”
se basa en una novela de Ryu Murakami, y nos cuenta la historia de un viudo
ejecutivo en una compañía (Ryo Ishibashi) que aconsejado por su hijo intenta
conseguir una joven esposa a través de un casting organizado por un amigo suyo
(Jun Kunimura). Será allí donde conocerá y se enamorará de la misteriosa Asami
(Eihi Shiina).
Desde
su estreno en los cines diferentes crónicas periodísticas dan cuenta de que
mucha gente decidió marcharse sin ver el final debido a no poder soportar las
impactantes escenas. La clave de “Audition” está en su ritmo. La suavizada hora
inicial no es sino una astucia del director para tomar por inadvertido al
espectador. La premisa del film
que puede ser considerada simple se podría haber convertido en una comedia al estilo de Hollywood, sin
embargo Takeshi Miike construye una obra de culto que no deja afuera ni a
“entendidos” ni a todo aquel espectador curioso.
La
película desde el “drama nipón” más tradicional trata el tema del terror más
morboso que se puede imaginar, pasando cuestiones oníricas de un modo sorprendente
con cierto lugar para el humor o thriller. O sea lo que la mayoría de los “críticos especializados” describen o llaman “cine
de autor”. Takeshi Miike, en
este film demuestra que es un verdadero maestro en el arte de llevar hasta el
extremo de lo soportable las cosas que se pueden hacer en el cuerpo humano y con
respecto al dolor físico.
Al
ver "Audition" nos queda la sensación de que fue (o es) una
experiencia difícil y demoledora. Es introducirse en un mundo de pesadillas con
un sufrimiento inquietante. Un mundo sublime pero también perverso. La segunda
parte del film, sumamente psicológico y oscuro, refiere con una crudeza aguda
universos sórdidos y tenebrosos. Mundos en los que la maldad, el odio, la
venganza y la pesadumbre pasan a ser los eternos y dolorosos acompañantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario