Salvese Quien Pueda


Somos porque nos ven, somos porque nos escuchan. Entonces si somos porque nos ven, y somos porque nos escuchan...somos tantas cosas diferentes como las muchedumbres que integran esas multitudes, que nos ven y que nos oyen...

4 oct 2013

La Luna Hueca/Skay Beilinson

por Oscar Ayala

El nuevo álbum de Skay Beilinson y su banda (ahora Los Fakires) es posiblemente el disco que mejor muestra una amplia apertura con respecto al sonido y al estilo de sus anteriores trabajos. Seguramente esta etapa post Redondos lo encuentra finalmente afianzado en lo que quiere decir y como decirlo. El disco está compuesto por diez temas que integran una obra que se puede considerar corta pero intensa, con muchos matices donde predomina el repertorio más acústico que haya grabado el músico.
Las letras de “La luna hueca” hablan sobre inquietudes que predominan en lo existencial o en la observación filosófica del ser y el vivir. A modo de recurso algunas canciones se constituyen de alguna manera como pequeñas fábulas casi teatrales como en el caso de "La nube, el globo y el río" que tiene arreglos de cuerdas y vientos.
Como característica general podemos encontrar melodías que traen ecos  fundamentalmente de Medio Oriente (rasgo distintivo que constantemente ha estado presente en la música de Skay). "Sombra golondrina" y "La fiesta del karma" dan muestra de esto con la introversión de percusiones exóticas, guitarras acústicas y mandolinas.
En  “Arriba el telón”,El Redentor Secreto” y “El Sueño del Jinete”, podemos hallar la parte más rocker: temas que seguramente el público que lo sigue de “Los Redondos” pueda reconocer con facilidad por los riff del “Skay clásico”.
Hablar de Ogros, del Karma o de la figura tanto del diablo como la de dios con una banda de rock sonando constantemente atrás no lo puede hacer cualquiera. Si el Indio Solari se caracteriza por hacer letras sórdidas, oscuras con metáforas de interminables interpretaciones, en el caso de Skay sucede todo lo contrario: su lirica es clara, directa y concreta. En una primera impresión una sencillez predomina el álbum pero en un segundo o tercer repaso de las canciones se pueden ver otras cosas: la búsqueda de un lenguaje propio.
Como inspiración en diferentes entrevistas, Skay aseguro que tuvo como referente el libro “La vuelta al día en ochenta mundos” de Julio Cortázar. Según el guitarrista “La luna hueca” tiene mucho de historias absurdas pero que al final parece que quieren decir algo que uno intuye pero irrumpe lo inesperado, lo improbable.
Rocambole trabajó en  la gráfica y en los dibujos/imágenes que aparecen en el disco: el Cd funciona también funciona como libro. La  tapa con holograma y relieve hacen de álbum una verdadera obra de arte que seguramente todos los “ricoteros” van querer tener entre sus manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario