Por Exequiel Arrua
Largo y extenso debate,
complejo, interesante y hasta algo divertido; podrían ser buscarle la lógica a
la razón. Imposible vernos razonando
objetivamente lo que incorporamos a consecuencia de un lugar, un lugar de los
incontables que existen el en globo.
Hace miles de años existe el
engaño, la mentira, el desinterés. Hace innumerables mundos que buscamos una
solución, y la respuesta no esta, y quizás, no este concretamente expresada
nunca.
Al intentar el análisis de
sucesos podría ser compatible al movimiento de las masas, que corren siempre
detrás de objetivo ilusionándose con que refutaran lo que se demostró de todas
las maneras posibles. De no hacer dicha evaluación mi no se que, eso que me
moviliza, y me caracteriza como ser casi raro que intenta sobrevivir dentro de
las distintas masas; me lleva a pensar en el generador principal de los nuevos
hombres.
Establecimiento, es la palabra
neutral que mas encaja dentro del no cumplimiento de aquello que debería ser.
Un establecimiento puede ser,
una casa, un lugar de recreación, una iglesia de cualquier tipo de religión, un mercado o puede también
intentar parecerse a una escuela.
Abrazados a este último ejemplo
de establecimiento vamos incorporando las piezas casi inamovibles que necesita
nuestro conocimiento para hacer funcionar la razón. Aquí, a pesar de las
resistencias, terminamos siendo lo que somos, somos solo si terminamos, y
corremos el riesgo de no saber y terminar de todos modos. En estos lugares el
mundo entero deposita la información necesaria para las generaciones futuras,
aquí se seleccionan los detalles del cuento oficial, aquí dicen contarte la
historia.
Cuando erramos pequeños
aprendíamos de nuestros orígenes por medio de imágenes, recortes y pinturas agradablemente prolijas que le
daban color a aquello que mas de uno no entendió. Las clásicas revistas
educativas te ofrecían la didáctica y retrasada tarea de recortar un venado,
una planta y un indiecito. Te relataban los hechos de la historia de la misma
manera que nos enseñaban Manuelita, y todo esta ubicado en años perdidos que
ningún niño podía imaginar.
Personalmente, asocio el término
de Culturas Originarias a los últimos años de nuestro País, pues siempre
estudie sobre los indios, sus desubicadas maneras de vivir, y su incomprensible
lengua que resultaba incompatible con el “hombre blanco”.
Nadie tuvo el tupe de hacerme llegar el dato
de que aquellos hombres desubicados aun continuaban transitando estas tierras.
Me hablaron de Hiroshima, de los soviets, de la dictadura y otros tantos hechos
lamentables. Sin embargo, ningún 11 de setiembre me contaron del odio de
Faustino, se olvidaron de decirme que la bondad que percibió en América Cristóbal fue lo que lo llevo a volver esclavos a miles de hombres libres. Señorita nos salteamos la parte del programa
que refiere a la conquista.
Hacia doscientos años que desde
Oceanía y Asia habían llegado a estas tierras. Entre los años 300 y 900 los
mayas tuvieron avances extraordinarios en la cultura, hubo matemáticos y
científicos, existía el arte. En 1325 los aztecas tuvieron su auge fundando
Tecnochitlan, la ciudad más grande y poblada del mundo de aquel entonces. Pocas
palabras, apenas oraciones, de hechos que colectivamente se olvidaron de
contarnos. De que descubrimiento hablan, si ni siquiera nos conocemos íntegramente
nosotros mismo.
De todas maneras no es lo único que se tergiverso, hay
interminables sucesos que sin que nos demos cuenta los fueron alterante a tal
punto de convivir hoy con versiones de lo que paso desconociendo la verdadera
verdad. A lo mejor esta hipócrita manera de creer saber lo que por momento
pareciera que ni siquiera nos interesa, ya se legalizo y no me entere. Es así
que sigo observando las múltiples
cinturas que van esquivando el hecho para poder armar el cuentito renovado pero
por siempre mentiroso y desinteresado en el progreso del todos los hombres
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