por Oscar Ayala

El film maneja el humor en
diferentes estados: ironía, mucho humor local, acidez en los diálogos y
situaciones hilarantes, algunas especialmente geniales. Tenso (Adrián Suar) es
el tipo que la cobardía lo tiene atrapado pero es un “buenazo”. La Tana (Valeria
Bertuccelli) es todo lo contrario: pesimista a más no poder y siempre se queja
por todo. Tenso se quiere separar pero no se atreve a enfrentar la situación. Por
vericuetos argumentales decide buscar un
novio para su mujer. Es así que se encuentra con “El Cuervo Flores” (Gabriel
Goity), un personaje u tanto peculiar, como salido de un policial negro.
Juan Taratuto lleva adelante
una realización que en apariencia parece ser una comedia liviana y simpática. Sin
embargo hay momentos donde historia se mete en cuestiones de parejas tan
puntuales y cercanas que son sumamente
destacables: la finitud o no de una relación y la relación/combinación de complementarios
opuestos
Quizás el guión no tenga una
gran originalidad pero es correcto y las actuaciones son bien apropiadas. La
totalidad del film reposa sobre la enorme labor de Valeria Bertuccelli
que carga la historia sobre sus hombros con gracia y destreza. Adrián Suar cumple
(siempre hace de Adrián Suar). A pesar de ver actuaciones equilibradas aparte
de la genial Bertucelli, al finalizar la película nos queda la sensación de que
el personaje Gabriel Goity daba para más.
La misantropía de “La tana”
es impresionante se queda con todos los créditos del film. Es querida y odiada
al mismo tiempo. Hay muchas “Tanas” por ahí. La cinematografía argenta
necesitaba un protagónico así.
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