Salvese Quien Pueda


Somos porque nos ven, somos porque nos escuchan. Entonces si somos porque nos ven, y somos porque nos escuchan...somos tantas cosas diferentes como las muchedumbres que integran esas multitudes, que nos ven y que nos oyen...

24 sept 2013

UN NOVIO PARA MI MUJER

por Oscar Ayala


Luego de las excelentes comedias “No sos vos, soy yo” (2004) y “¿Quién dice que es fácil?” (2007), el director Juan Taratuto  se había convertido en la persona que había revitalizado la comicidad romántica de las películas argentas: realizaciones con buenas críticas y con una convocatoria más que notoria. Siguiendo esta lógica no era extraño pensar que alguna productora de las consideradas grande ponga sus ojos en él.
El film maneja el humor en diferentes estados: ironía, mucho humor local, acidez en los diálogos y situaciones hilarantes, algunas especialmente geniales. Tenso (Adrián Suar) es el tipo que la cobardía lo tiene atrapado pero es un “buenazo”. La Tana (Valeria Bertuccelli) es todo lo contrario: pesimista a más no poder y siempre se queja por todo. Tenso se quiere separar pero no se atreve a enfrentar la situación. Por  vericuetos argumentales decide buscar un novio para su mujer. Es así que se encuentra con “El Cuervo Flores” (Gabriel Goity), un personaje u tanto peculiar, como salido de un policial negro.
Juan Taratuto lleva adelante una realización que en apariencia parece ser una comedia liviana y simpática. Sin embargo hay momentos donde historia se mete en cuestiones de parejas tan puntuales y cercanas que son  sumamente destacables: la finitud o no de una relación y la relación/combinación de complementarios opuestos
Quizás el guión no tenga una gran originalidad pero es correcto y las actuaciones son bien apropiadas. La totalidad del film reposa sobre la enorme labor de Valeria Bertuccelli que carga la historia sobre sus hombros con gracia y destreza. Adrián Suar cumple (siempre hace de Adrián Suar). A pesar de ver actuaciones equilibradas aparte de la genial Bertucelli, al finalizar la película nos queda la sensación de que el personaje Gabriel Goity daba para más.
La misantropía de “La tana” es impresionante se queda con todos los créditos del film. Es querida y odiada al mismo tiempo. Hay muchas “Tanas” por ahí. La cinematografía argenta necesitaba un protagónico así.

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