Salvese Quien Pueda


Somos porque nos ven, somos porque nos escuchan. Entonces si somos porque nos ven, y somos porque nos escuchan...somos tantas cosas diferentes como las muchedumbres que integran esas multitudes, que nos ven y que nos oyen...

1 oct 2013

Mi primera boda

por Oscar Ayala

Una nueva camada de cultores de la comedia en el cine argentino se está haciendo notar. Entre los artistas más jóvenes podemos destacar la labor del director Ariel Winograd (“Cara de queso”) en este film. Los nuevos realizadores tienen otra apertura  y una dinámica más abierta a lo que sucede con las películas de género en otros países. Además del trabajo hecho por el director es clave destacar la tarea del guionista Patricio Vega (“Música en espera” y “Tesis sobre un homicidio” en cine y Los simuladores entre otros programas en tv). El manejo de un humor acentuado y el gran cuidado estético hacen de “Mi primera boda” una obra de diversión y entretenimiento.
La película se ajusta perfectamente a un subgénero muy popular en otros lares: films de enredos ambientadas en el universo de una fiesta. En este caso, la de un casamiento mixto: ella es una católica medianamente creyente y él es judío agnóstico. La historia se desarrolla durante todo un día en una mansión y nos muestra que la perdida de unas alianzas puede desatar una serie de caos de impredecibles consecuencias.
Si bien la narración esta abordada desde la mirada de los dos novios (utilización del recurso de testimonios a cámara de tipo confesional), el film tiene una clara intención coral. Así es que además de ver al torpe e inseguro Adrián Meier (Daniel Hendler) y la obsesiva y controladora Leonora Campos (Natalia Oreiro), podemos encontrar a la cruel madre de Leonora (Soledad Silveyra), los tediosos padres de él (Gabriela Acher y Gino Renni), el cínico y provocador ex novio de ella (Imanol Arias), el abuelo (Pepe Soriano) que busca  alejarse de su mujer (Chela Cardala), la amiga inocente y confidente de la protagonista (Muriel Santa Ana) que se enamora de otra joven (María Alché), el primo cómplice de Adrián (Martín Piroyansky), el cura y el rabino (Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich), el DJ judío (Iair Said,) y los amigos "impresentables" de él (Alan Sabbagh, Sebastián De Caro y Clemente Cancela), entre muchos otros.
Winograd aprovecha la diversidad de los matices de todo el elenco para narrar una historia sencilla pero bien detallada con personajes muy bien delineados, a los que se les otorga su momento de gloria en muchas de las escenas. Quizás sean en apariencia roles pequeños pero nada impide que se les permita lucirse.
En las actuaciones e interpretaciones en los roles principales Daniel Hendler está por encima de lo realizado por Natalia Oreiro. La actriz tiene un registro más televiso y el actor por su experiencia tiene un vínculo estrecho de tiempo cinematográfico. Sin embargo el desempeño realizado por ambos en mayor o menor medida está acorde a lo que se espera encontrar en este tipo de comedias.

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